Saltar al contenido
Home » RECETAS » DRINKS » BAILEYS CASERO

BAILEYS CASERO

Que delicia esta crema de Baileys casera, después de una comida rica se apetece un rico digestivo y este es exquisito, si tienes una cena planeada ofrece este Baileys a tus invitados y verás que éxito será.

Súper fácil de hacer, nada de ingredientes complicados ni instrumentos de cocina sofisticados, solo necesitas las ganas de hacerlo y 6 ingredientes.

Perfecto para dar de regalo cuando vas de visita o para alguien que le guste mucho el Baileys (como mi hermanita y su esposo, que les fascina), o para tener en casa en el refrigerador y tomar una copita frente a tu árbol de navidad. ¡Espero que lo disfrutes como más te guste, con hielo o  o encima de tu ice-cream favorito ! 

Baileys casero

Ingredientes

  • 1 lata de leche condensada con azúcar de 397 g 
  • ¾ taza de crema dulce para batir, 200 ml.
  • 2 cucharadas de espresso o 4 cucharadas de café muy fuerte
  • 2 cucharadas de sirope de chocolate 
  • 1 vaina de vainilla (raspar la parte de adentro) o 1 cucharadita de extracto de vainilla o 1 cucharadita de extracto de almendras
  • 300 ml de whisky escocés, aprox 1 ¼ taza

Procedimiento:

1. Mezclar la leche condensada con la crema dulce para batir, el espresso, el sirope de chocolate y el extracto de vainilla o almendra y batir con un batidor de mano hasta obtener una mezcla homogénea, que todo quede bien mezclado.

2. Vierte el whisky y vuelve a batir hasta que todo esté bien integrado. Vierte tu Baileys en una botella limpia y ciérrela bien. Dejala enfriar y estará lista para disfrutar o regalar!

Nota:

* Puedes usar sirope de chocolate comprado o hecho en casa.

*El Baileys puede conservarse durante un máximo de dos meses en el refrigerador.

Baileys Casero

Si hiciste esta receta, me encantaría ver fotos de tus creaciones en Instagram o Facebook, haz el hashtag a #unapizcadeluna o tageame @unapizcadeluna

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

UNA PIZCA DE LUNA