¡Perfectas para disfrutar con tus rellenos favoritos! Además de deliciosas, están repletas de fibra, vitaminas y minerales., ¡y solo necesitas 3 ingredientes para prepararlas!
El camote está repleto de vitamina A: es una excelente fuente de betacaroteno que favorece la salud de la vista, el sistema inmunitario y la piel. También es rico en antioxidantes, que pueden ayudar a proteger contra el estrés oxidativo y la inflamación.
Son una buena fuente de fibra prebiótica: contienen fibra que nutre las bacterias beneficiosas del intestino, lo que favorece un microbioma intestinal saludable y promueve la salud digestiva. ¡Estos nutrientes hacen de los camotes un complemento nutritivo y delicioso para una dieta equilibrada!
¡Espero que te sientas inspirado para probar hacer esta receta! Déjame saber en los comentarios si lo haces, ¡me encantaría saberlo!
2. En un recipiente grande, agregar el puré de camote, la harina de avena y la sal, mezclar con una espátula lo más que puedas.
3. Luego amasar un poco con las manos hasta que esté bien integrado. Si la masa parece demasiado húmeda o pegajosa, puedes agregar una cucharada más de harina de avena. Dejar reposar la masa durante 5 minutos. Este tiempo es importante, porque la masa tomará más consistencia, se hará más moldeable después de este tiempo.
4. Transferir la masa a una superficie de trabajo limpia y formar un cilindro , cortarla en 20 trozos.
5. Tomar un poco de aceite de oliva o aguacate y untarlo en las manos, tomar uno de los trozos de masa y enrollar la masa en bolas; luego con las manos aplanar la bola hasta formar un disco grueso.
6. Colocar el disco entre dos hojas de envoltura de plástico (yo uso una bolsa para sandwiches) y con el prensa para tortillas o un plato presionarla hasta tener una tortilla delgada.
7. Calentar una sartén antiadherente, colocar la tortilla y cocinar durante 1 a 2 minutos en el primer lado, voltea con cuidado y cocinar el otro lado. Hacer lo mismo con toda la masa. Disfruta como lo harías con cualquier otra tortilla… ¡Buen provecho!
*Si no tienes harina de avena, solamente licuar las hojuelas de avena en la licuadora, hasta que quede hecha harina.
*Las tortillas que te sobren guardarlas envueltas en un pedazo de papel toalla y luego meterlas en una bolsa ziplock, guardarlas en el refrigerador y cuando estés lista para comerlas calentarlas en el horno o en una sartén. Quedan muy bien.
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